Me gustan las palabras, me encanta jugar con ellas, me gustan los dobles sentidos, las parábolas y las metáforas que construyen, no me gustan los rodeos, pero si los adornos, amo el caos pacifista y detesto el orden bélico, tolero a los intolerantes hasta que van mas allá del pensamiento, no me gusta hacer planes porque temo que estos se vean truncados, mi búsqueda es la del placer inmediato porque me parece el mayor riesgo no arriesgar, no comprendo a aquellos que no tienen curiosidad, no entiendo como se puede perder la curiosidad sin perder la vida, no congenio bien con quien no se pregunta nada trascendente por el hecho de no ser práctico, me gusta la intriga, me gustan las causas perdidas, prefiero una verdad dolorosa que una mentira piadosa, no me gusta que me den consejos, trato de evitar problemas con el prójimo pero siempre digo lo que pienso, si me atacan me defiendo, y aun así, siempre y en todo lugar... la única guerra que libro es contra mi mismo.

26 de enero de 2015

El impuesto de los tontos

"La lotería es el impuesto de los tontos, porque lo pagan y están contentos". 

Si fuésemos inteligentes no compraríamos lotería y acabaríamos con esta lacra para ilusos. 

1- Fomentamos y financiamos un reparto injusto de la riqueza, cosa de la que luego nos quejamos. 

2- Sirve como herramienta de blanqueo de dinero para corruptos, ya que se pueden comprar posteriormente decimos ya premiados.

3- Otorga una ventaja económica a las empresas y asociaciones sobre los trabajadores y en general individuos particulares, ya que permite el uso de un organismo publico como la Lotería Nacional para que diversas entidades se lucren con la introducción de un recargo. De manera que obtienen unas "donaciones" que no recibirían de no ir estas solapadas a una papeleta. Donaciones que además no van a tributar de ninguna manera.

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